Los recuerdos son como los reflejos en las calles después de llover. No se sabe como llegan ahí pero están detras de los ojos y uno los reconoce. Hoy desperté con un fragmento de una charla en el caribe, en una noche que llovía, en una banca junto al mar, debajo del Sol.
- Por qué dios?
- Por qué nosotoros?
Creo recordar que después de eso me fui al mar. Vi las olas ir y venir. Después de un tiempo lo entendí. la primera pregunta no debe oponerse a la segunda. Por qué dios? porque las olas van y vienen siempre del mismo modo y sin embargo parecen venir siempre de un modo distinto, con una sorpresa en la espuma; por qué yo? porque estoy ahi para verlo. Todo tiene sentido ahora.
1 comentario:
me recuerda algo que vivi, y sabe creo que sigo viviendo, gracias a ese recuerdo.
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