La huida


"...Y los trenes eran animales mitológicos
que simbolizaban la huida 
la fuga, la vida, la libertad"
Joaquín Sabina

Esto no es un boleto en tren
ni mucho menos mitología
es apenas un tiquete de ida
una esperanza con desdén
un volver antes de partir
Si fuera escritor famoso
podría decir que es un paria
y cada vez que pudo, su patria
no dudo en golpear con todo
lo que quedaba en su nariz
La huida, la fuga, la vida,
la libertad tan esquiva
los buses en el camino
los pueblos sin destino
el pesado bagaje
un beso en bariloche
de una compañera viajera
algún tango en la pulpería
una milonga y tu cadera
una ciudad milenaria
las palabras del viejo
el borde, la frontera
el limite, la huida
el fin.

A David

preguntas que no preguntan nada

Salía de la oficina, un día esta semana, en compañía de dos compañeros o amigos. Uno encantado con su nuevo auto, al borde de la demencia y ella, con una hermosa sonrisa; no irían en mi misma ruta, pero eso no importaba. Debía salir pronto de allá, y el paseo me acercaba a un punto de fácil transporte hacia mi hogar.

En Colombia por estos días solo se habla de dos cosas, política y novelas. La primera causa grandes divisiones sociales, eres terrorista o uribista; en colombia ya no caben quienes buscan la paz concertada, salvo que tengan un familiar secuestrado, so pena de ser tachados como guerrilleros. La situación entre ser uribista, paraco o guerrilero tampoco es tan cruel, lector foraneo, déjame explicar. Todavía puedes salir de la oficina en compañía e incluso hablar de politica y novelas, ver a la gente en la calle, ver parejas que se besan con pasión y ternura, ver malabares en los semaforos, gente rica y pobre, gente necesitada y conforme, ver los verdes prados rebosantes de alegría. Ser guerrillero, paraco o uribista, que no son lo mismo pero es igual, es solo una pequeña faceta de mi pasisito.

En radio estaban sonando los acordes de una grn canción española, interrumpida a medias por la voz estridente del locutor, risas, perece que tienen esa mala maña. Luego otros acordes de otra gran canción de esa leve corriente llamada power ballad, que supieron ocupar el segundo corte de los LP de finales de los 80 y principios de los 90. Risas de nuevo al llegar a la parte en que entraba el locutor. Mi amigo argumentó que le gustaba la emisora, aunque hicieran eso, pues daban buenas entrevistas. Esa mañana justamente, comentó el conductor, entrevistaban a alguna mexicana, sobreviviente del ataque perpetrado por la fuerzas militares colombianas en un campamento fariano al norte del Euador, del lado de allá de la frontera. El tema ha sido bastante cocinado ya en noticieros y periodicos del país. me remito a la pregunta que asombró a mi compañero de oficina.

No se las palabras exactas asi que olvidaré las comillas, pero se le preguntaba que si las fuerzas militares, eran tan atroces (cosa que no dudo, basado en otros argumentos) y habian hecho cuanta salvajada ella describía, como asegurarse de la muerte de los muertos y rematar a los medio muertos, ella habia sido dejada viva? Acá es donde al fin llegamos al título de esta reflexión. Mi amigo se quedo pensativo, con ese silencio, no sepulcral sino triunfal de quien celebra la inteligencia alabada en otra persona, en este caso el hábil periodista. Yo refuto y añado que mas de un amigo y conocidos han hecho tal silencio cuando les comento lo sucedido.

La pregunta no pregunta en efecto nada. es un ardid para que el silencio de ella, pues no puede sber lo que pasaba en las mentes de los soldados, los limpie de dudas. Las fuerzas militares, en un segundo de silencio de la mexicana, ya no serían mas atroces ni terroristas, sino benevolas salvadoras de la patria, puesto que, en efecto, ella, la mexicana, estaba viva. Sin embargo le dije a mi amigo. La pregunta es sólo hábil. Es como si se pensará que Hitler no había sido tan malo, o en absoluto malo por el hecho de haber dejado vivos a un puñado de Judíos. La pregunta por tanto es sólo astuta, en grado superlativo.

Aclaro que no defiendo a Hitler; salvo que era un magnífico líder, el odio racista me parece atroz; aclaro que no alabo las jugadas militares colombianas ni mucho menos su posterior trabajo diplomático; aclaro que no apoyo a las FARC ni a ningún grupo terrorista y alcaro que tampo alabo el proceder de un periosdista que embiste con estratagemas a una persona, no pudiendo simplemente argumentar para saber por qué ella, y los otros mexicanos y ecuatorianos estaban en ese campamento, ese día, exponiendo sus vidas de la manera más tonta e ingenua posible, esto partiendo de que en el resto del mundo creen que las FARC son el último bastión de la guerrilla de verdad.