Por el otro lado

La moneda ha caído por el lado que debía. No hay mucho que decir, es como tener todavía ese cansancio de la fila, esa sensación de flotar entre la romería. Cantó lo que quería oír y me dio la sorpresa de esa canción del flaco de Úbeda y ese coro pequeño: Y morirme contigo si te matas / y matarme contigo si te mueres / porque el amor cuando no muere mata / porque amores que matan nunca mueren. Y salimos muertos de miles de males, de males que bien valen la pena. Si se lo perdieron, asumirlo es la salida.

Acá la entrada en el respectivo blog
http://www.calamaro.com/
(a la altura de esa bandera roja estaba yo, perdido sin saber quién era, esa noche, a las 10 de la mañana)

Lo perdido

¿Dónde estará mi vida, la que pudo
haber sido y no fue, la venturosa
o la de triste horror, esa otra cosa
que pudo ser la espada o el escudo

y que no fue? ¿Dónde estará el perdido
antepasado persa o el noruego,
dónde el azar de no quedarme ciego,
dónde el ancla y el mar, dónde el olvido

de ser quien soy? ¿Dónde estará la pura
noche que al rudo labrador confía
el iletrado y laborioso día,

según lo quiere la literatura?
Pienso también en esa compañera
que me esperaba, y que tal vez me espera.

Jorge Luis Borges

Extracto de una charla en el Caribe

Los recuerdos son como los reflejos en las calles después de llover. No se sabe como llegan ahí pero están detras de los ojos y uno los reconoce. Hoy desperté con un fragmento de una charla en el caribe, en una noche que llovía, en una banca junto al mar, debajo del Sol.

- Por qué dios?
- Por qué nosotoros?

Creo recordar que después de eso me fui al mar. Vi las olas ir y venir. Después de un tiempo lo entendí. la primera pregunta no debe oponerse a la segunda. Por qué dios? porque las olas van y vienen siempre del mismo modo y sin embargo parecen venir siempre de un modo distinto, con una sorpresa en la espuma; por qué yo? porque estoy ahi para verlo. Todo tiene sentido ahora.