Agujero de gusano

Recuerdo de un recuerdo
Titulo sugerido por el poeta Maffla

Vino a mi sin pedir permiso
un recuerdo desde el olvido
una tarde, un parque, una canción
pero el recuerdo se torcía
sobre mi recuerdo olvidado
esos puntos tan separados

Recordaba tus recuerdos
ese algo que yo no lograba
que no habitaba mi memoria
mas era historia de tu vida
real, sensible, espontaneo
con sus personajes de fondo
y extras sin parlamento
el parque de margaritas
tu falda roja hasta las rodillas
el papel de fumar y tus labios
tan reales y sin embargo…

Por eso lo recuerdo
ese pedazo tuyo
que he dejado en el olvido
ese túnel del gusano
que nos ha salvado

A Angela

¿será vreadd?

Hace un buen tiempo empezó a circular este mensaje por todas las cadenas, mostrando una verdad asombrosa, un callejón de nuestros cerebros que no conociamos. A continuación un fragmento.

"Only great minds can read this
This is weird, but interesting! This is a cool thing check it out.

fi yuo cna raed tihs, yuo hvae a sgtrane mnid too cna yuo raed tihs? Olny 55 plepoe out of 100 can. i cdnuolt blveiee taht I cluod aulaclty uesdnatnrd waht I was rdanieg..."

Su version en español también existe, pero asi los sorprendo más. Este en particular parece tener cierta revisión y es levemente más complicado que los otros textos que pueden estar circulando.

A primera vista me sorprendí tan ingenuamente como todos. Despues pensé que no siempre debía darse ese caso. Debería haber forma de perder totalmente al cerebro. Algo no me convencia. Por ejemplo el juego del ahorcado. Para el cerebro no difiere mucho resolver la falta de alguna letra o su trasposición. Es más, me atrevo a decir que la falta de éstas es más facil de manejar si ya tienes varias. En este caso el problema es mas sencillo pues no debes sino adivinar la palabra y la materia prima ya esta. Sin embargo el ahorcado me ha vencido, cosa que estos parrafos no hicieron.

Mi hermano, suscrito al IEEE, colaboró sin saberlo a resolver este problema. La revista Spectrum de algún mes entre abril y junio, quizá julio, traía un articulo sobre este caso particular. Yo lo desarrollo acá a mi modo solo como muestra de que he entendido y vencido.

Eátss pvtsiioa y cttmmnplaeee srgueo de cdrpmneeor etso?
Do yuo cdsneior to be clltpmeepvtsiioe taht yuo raed it?

¿Dificil no? No te sientas mal, no por eso no eres una gran mente, ni por leer el de arriba si lo eres.

La verdad es que el desorden no puede ser completamente aleatorio. El cerebro no lee las palabras como un todo tan incompleto. No solo ve las letras y enlaza un patrón mental a eso, tambien distingue la forma de la palabra: ejemplo y opoopOo tienen las misma forma, suben y bajan en el mismo lugar. Por eso si alteras esa forma, incluso con algoritmos más simples y estrictos puedes confundir a la gente.

Finalmente, sólo esos pequeños errores del tipo disléxico o aquellos cuyo resultado lo parecza (es intencional), pueden ser resueltos por el cerebro en tiempo real. Por eso se nos pasan alguno pequeños errores en los trabajos de computador. No solo es cuestion de grandes mentes. Grandes si puedieran leer lo que escribí antes y entenderlo en tiempo real.

Por lo pronto son tan banales como vanidosa la mia, que escribe esto, harto de verlos ufanarse de una estupidez mental, en vez de maravillarse y buscar algo diferente.

Antojos citadinos

Que no te digan no sigas
ni te quedes en la puerta

Que no te basten los labios
ni la piel ni las caderas

Que decirlo no te cueste
ni callarlo se te ocurra

Que el semáforo se apague
y los cruces te sorprendan

Que no te obliguen a callar
los besos que no vas a dar

Que el diccionario al fin se harte
de disparar balas al aire

Dejar morir


“Misterios dolorosos del ciudadano
que no comulga con ruedas de molino
ni confunde a Jesús con el Vaticano.”
Un terceto acatarrado
J. Sabina

En aquel primer debate de la Corte Constitucional, Carlos Gaviria expuso su acuerdo “en que un médico acabara con la vida de un paciente con intensos sufrimientos” y que éste “no debería ir a la cárcel”; otros dijeron que el derecho a la vida es fundamental e inviolable; otro, que la libertad, que la vida sin libertad no tiene sentido; finalmente alguien medió, la libertad no prevalece sobre la vida, ni ésta sobre la libertad, se adhirió y se decidió a favor.

Por ser un tema apasionante, donde se debate acaloradamente, hoy jugaré un poco a ser abogado del diablo. De pequeño me juzgaron culpable de justificarme, y ahora pretendo demostrarlo, dando conceptos a favor y en contra.

En contra se argumenta el derecho a la vida como fundamental e inviolable. El uso de conceptos como suicidio asistido, homicidio por piedad y derecho a morir dignamente son intentos débiles. Homicidio es una palabra fortísima, añadirle por piedad pretende traer esa palabra desde los terrenos del terrorismo a los de la misericordia; suicidio es una decisión condenada en la sociedad y la religión; derecho a morir dignamente suena a una jugarreta con las palabras de la constitución. Todo esto solo pretende cubrir un acto atroz, darle un sentido de humanismo al mero acto de matar.

El sufrimiento en las proximidades del fin de la vida no es un motivo de escándalo ni indignación, es una parte de la vida que esa persona debe cumplir como lo hizo con los años más agradables. La medicina ha avanzado en tratamientos paliativos “que se aplican a las enfermedades incurables para mitigar su violencia y refrenar su rapidez”1, que ofrecen un término digno y sin sufrimiento al paciente. No es necesario entonces inducir una muerte, como quiera calificársele esgrimiendo la dignidad y el sufrimiento como argumentos.

A favor se esgrimen dignidad y sufrimiento innecesarios para pacientes y familiares, todos cobijados por la pendulante ética médica. Pacientes en fase terminal, en estado vegetativo, con muerte encefálica; condenados en vida a una cama, a los cuidados de familias que pierden su libertad, su felicidad y su paz. Es irresponsable luchar contra la muerte pues dios la ha impuesto como una parte inevitable de la vida, de lo contrario, que se levante quien se haya salvado. La dignidad en la muerte, en el instante en que la muerte es verbo, es tan importante como la dignidad en la vida, en el periodo en que la vida es verbo. La infinita diferencia entre ese presente que es morir y ese vivir tan largo, nos ha ocultado desde siempre la equilibrada dignidad inherente a ambos.

Acompañando a la eutanasia esta la distanasia. Transcribo los significados desde el DRAE. Eutanasia se define como la “Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él”. En el ámbito medico, el mismo ente la define como “Muerte sin sufrimiento físico”. Distanasia es su antónimo definido solo en el campo médico como el “Tratamiento terapéutico desproporcionado que prolonga la agonía de enfermos desahuciados”. Se puede ver que son extremos de una fina cuerda. Una anécdota de Siddhartha cuenta que viendo cosas extremas concluyó, con otras palabras que si la cuerda se tensa demasiado, se rompe y no suena; si se deja suelta por completo, tampoco sonará; es necesario aplicar la tensión justa para que pueda sonar hermosa. Mi propuesta es más cruda tal vez, y no por ello se aleja de una moral humana.

Se debe hallar un punto medio. Basados en la concepción de dios creador, somos una representación de su voluntad, el fruto de su libre albedrío si se me permite tal atrevimiento. Somos actores que ejecutan una obra premeditada por dios, dejándonos en una inconjeturable historia (Otras Inquisiciones, El Tiempo, 111). Posición que puede desencadenar impensables y terroríficas conclusiones que no voy a desmenuzar esta vez. Me centraré en el momento mismo de morir, cualquiera que sea el método.

La muerte es el estado inmediato siguiente a la vida. Acabar con la vida por el medio que sea es cruel e inhumano. Suicidios, homicidios, genocidios han sido condenados ya. Es tan grande el temor a morir o a la muerte2 que contrario a eso la prolongación de la vida es exaltada. Se halaban médicos y máquinas que permiten prolongar la vida, vencer la muerte como si fueran paladines del derecho inviolable a vivir. Mi propuesta sería que la muerte debe llegar cuando debe llegar. Existe un punto en la vida en que no solo se es desahuciado, sino que las condiciones anuncian una muerte inevitable e inminente, pero son tan horribles estas condiciones que las negamos. Si una persona no puede mantenerse viva por sus propios medios fisiológicos, está condenada a una muerte inminente y natural. Pensemos cómo sería morir cuando la medicina no nos había ayudado a vivir artificialmente. Respiradores y sondas y otros artefactos que seguro desconozco, hacen la función divina de dar vida. En este momento, cuando morir es naturalmente inevitable, es cuando se debería usar la eutanasia para dejar morir en paz y acaso acelerar un proceso inevitable a quien de seguro ya no tiene otro destino.

La lectura de una columna del Padre Alfonso Llano le dió a mi pensamiento una palabra; el DRAE no la registra: Ortotanasia. No es igual mi definición sobre el tema, pero su posición es la más sensata que he leído y tiene tanto tiempo de ser expuesta (1997), que seguro fue el tiempo, en este país sin memoria, el que la olvidó. Dejar morir es la consigna, los argumentos: personas ante todo, son los que deben aportarlos. El Estado debe legislar para todos, en un país laico, sin ninguna intromisión de religión alguna. Ellos deben lidiar con su problema como bien puedan.


1 Definición de paliativo del Diccionario de la Real Academia Española.
2 Morir para mi es el momento en que la muerte se hace verbo. A la muerte no le temo, pero a morir, tal vez sí. La diferencia es necesaria.

El espejo de los enigmas

Este el el título de un ensayo de Jorge Luis Borges publicado junto a muchos más en el libro Otras Inquisiciones. Su ejemplar forma de escribir, tan cargada de figuras y atajos no es lo que más me ha llamado la atención; sus temas son, en cambio, intrigantes y apasionantes.  Voy a copiar partes de dicho ensayo sobre el espejo de los enigmas. Por tanto, casi no hay nada de Borges. Tómenlo como una invitación, lo más probable es salir embriagados.

En el ensayo se detallan los siguientes fragmentos de la obra de Leon Bloy, previa transcripción en el idioma original del versiculo I, Corintios, 13, 12.*

“La sentencia de San Pablo: Videmus nunc per speculum in aenigmate sería una claraboya para sumergirse en el Abismo verdadero, que es el alma del hombre. La aterradora inmensidad de los abismos del firmamento es una ilusión, un reflejo exterior de nuestros abismos, percibidos en ‘un espejo’. Debemos invertir nuestros ojos y ejercer una astronomía sublime en el infinito de nuestros corazones, por los que Dios quiso morir. Si vemos la Vía Láctea, es porque existe verdaderamente en nuestra alma.”

“Recuerdo una de mis ideas más antiguas. El Zar es el jefe y el padre espiritual de ciento cincuenta millones de hombres. Atroz responsabilidad que sólo es aparente. Quizá no es responsable, ante Dios, sino de unos pocos seres humanos. Si los pobres de su imperio están oprimidos durante su reinado, si de ese reinado resultan catástrofes inmensas, ¿quién sabe si el sirviente encargado de lustrarle las botas no es el verdadero y sólo culpable? En las disposiciones misteriosas de la Profundidad, ¿quién es de veras Zar, quién es rey, quién puede jactarse de ser un mero sirviente?.”

“Todo es símbolo, hasta el dolor más desgarrador. Somos durmientes que gritan en el sueño. No sabemos si tal cosa que nos aflige no es el principio secreto de nuestra alegría ulterior. Vemos ahora, afirma San Pablo, per speculum in aenigmate, literalmente: en enigma por medio de un espejo y no veremos de otro modo hasta el advenimiento de Aquel que está todo en llamas y que debe enseñarnos todas las cosas”.

Per speculum in aenigmate, dice San Pablo. Vemos todas las cosas al revés. Cuando creemos dar, recibimos, etc. Entonces (me dice una querida alma angustiada) nosotros estamos en el cielo y Dios sufre en la tierra.”

“Aterradora idea de Juana, acerca del texto Per speculum. Los goces de este mundo serían los tormentos del infierno, vistos al revés, en un espejo."

“Cada hombre está en la tierra para simbolizar algo que ignora y para realizar una partícula, o una montaña, de los materiales invisibles que servirán para edificar la Ciudad de Dios.”

“No hay en la tierra un ser humano capaz de declarar quién es, con certidumbre. Nadie sabe qué ha venido a hacer a este mundo, a qué corresponden sus actos, sus sentimientos, sus ideas, ni cuál es su nombre verdadero, su imperecedero Nombre en el registro de la Luz... La historia es un inmenso texto litúrgico donde las iotas y los puntos no valen menos que los versículos o capítulos íntegros, pero la importancia de unos y de otros es indeterminable y está profundamente escondida.”

Estos fragmentos, venidos de distintos libros y fechas, son el motivante del ensayo de Borges; el espejo de los enigmas. Lo más curioso, para mi, son las conclusiones a las que llega Borges y un magnificentísimo ejemplo que las apoya.

"Es dudoso que el mundo tenga sentido; es más dudoso aún que tenga doble y triple sentido, observará el incrédulo. Yo entiendo que así es; pero entiendo que el mundo jeroglífico postulado por Bloy es el que más conviene a la dignidad del Dios intelectual de los teólogos."

Este Dios intelectual podría ser el dios de los que profesan una Fe crítica, inquiteta en laberintos milenarios, ávida de fundamentos. Un dios omnisciente, o acaso no; hay que dejar siempre, un espacio para el reflejo.

"(nota al pie) ¿Qué es una inteligencia infinita?, indagará tal vez el lector. No hay teólogo que no la defina; yo prefiero un ejemplo. Los pasos que da un hombre, desde el día de su nacimiento basta el de su muerte, dibujan en el tiempo una inconcebible figura. La Inteligencia Divina intuye esa figura inmediatamente, como la de los hombres un triángulo. Esa figura (acaso) tiene su determinada función en la economía del universo."

Con esto los dejo por ahora. Es una invitación, pues he omitido todo lo que Borges dice y concluye de cada reflejo. Mi apuesta: un interrogante.

*El enlace no lleva aningun lado digno de leer, recomiendo una biblia, ojalá una muy fiel al lenguaje original.