Epílogo inmobiliario

Por la vida que lleva quien a veces me encarna, tuve la oportunidad, hoy afortunada en medio de tanta miseria, de ir gratis a la feria del gran salón inmobiliario. Una especie de circo inquisidor.

Es necesario, es urgente, es obligatorio desahogarme. Resumo que bien sabido y demostrado quedó que en este país la dignidad va sobre ruedas y no vive bajo techo. Ahora resulta que hacen ferias para demostrarlo y gritarlo a los 4 vientos, y en la cara de uno con un descaro que ni el espejo ostenta. “No solo uno es pobre, sino que hacen ferias para decírselo en la cara” bellamente dijo una mujer anoche, cuando necesitaba un empujón.

El pase era doble, mi hermano y yo. Par de ilusos que fuimos a ver si había forma de que, sin vender el alma al diablo, uno pudiera conseguir un techito digno para vivir. Pues no. Los créditos eran lo mismo, la batalla financiera es por si uno se mete con UVR o pesos, tasa fija o variable y cosas de esas. Reconozco que pensé que se puede pedir préstamo por 100 millones para pagar casa de 60 y dar 10 de más al antiguo dueño por decir que cobró 100 y que salga el 100% del techo financiado, pero parece que ni siquiera soy original en eso y los mecanismos existentes casi lo evitan por completo. Ojalá esto no me condene por intento de sospecha.

Finalmente hemos quedado aburridos; el parqueadero medio estrellado, pues ni pudientes, ni ricos; paupérrimos y desahuciados; ilusionados y desarmados. ¡Arriendos hasta por 13millones! La sensación debe ser similar a la de Kunta Kinte viendo a su negra ultrajada y vendida en una plaza polvorienta, pero sin siquiera la esperanza del coraje, el valor, el esfuerzo; eso justamente es lo que nos han quitado en esa feria. Mis padres hoy tienen una casa grande, totalmente pagada, alguna vez tuvieron dos casas y un lote. Hace unos 25 años pudieron meterse en una casa propia a través de unos planes, simbólicamente sin cuota inicial. Un valor que hoy, por los conocimientos financieros de mi padre, calculamos en menos de 5 millones. Ahora la historia puede ser que nosotros heredemos la casa de ellos para pagar la inicial de otra casa que al morir, nuestra descendencia usará para pagar la inicial de otra.


2 comentarios:

Andrés Ruiz dijo...

Es mejor ser rico que pobre, al pobre le toca pensar en esas vainas, que el UVR que la cuota que el sueldo que el plazo que se creció la deuda...etc. La verdad es que con esos métodos de crédito usted compra una casa de 100M y al final de su vida se ha dado cuenta que pagó más de 200M.
Hay que ingeniar alguna forma de no ser pobres cuando nos corresponda comprar casa, asi poder salir de una deuda de esas sin recurrir a ese tipo de métodos Kamikaze.

Tina dijo...

De acuerdo, no se cansan de escupir cosas que uno no necesita