Vacaciones

Hoy estoy de vacaciones, pero no lo siento así. Sabía que estos días entre mis dos trabajos iban a ser para desconectarme, para compartir con Marcel, el nuevo inquilino del apartamento, para salir a pasear por Palermo, hacer mercado, recoger desorden y botar basura que ya empieza a amontonarse por los rincones y cajones de mi hogar, pensar un par de estupideces, visitar viejos amigos, jugar parqués y esas cosas varias que las oficinas no nos dejan y no ha sido ni será así.

Recuerdo casi con nostalgia aquel día que por pura y física pereza llamé al trabajo a decir que no me sentía bien y que no creía que fuera a trabajar, que tal vez en la tarde, pero que no me sentía bien. Y así era y ese día monté bicicleta bajo el sol de Bogotá y realmente descansé, porque lo que importa no es tener días libres sino saber que el resto siguen rompiéndose el lomo mientras uno escribe un post en su blog.

Me pongo rosa

De pequeño pensaba que el inglés era la oposición completa del español, que ellos "hablaban al revés". Luego vino la que realmente habla al revés; Para despedirse dice pa'cá.

Hoy ha partido de nuevo la hermana que nunca tuve, la hija que mi padre siempre quiso la que mi madre siempre dijo, no gracias, la esposa de mi hermano. Y nos dimos cuenta que hemos dejado una huella profunda, que es verdad eso que dicen del calor latino, del calor de hogar. Eso era una apuesta silenciosa y orgullosa. Lo que nunca pudimos prever era que esa mujercita de piel blanca y facciones de tenista, de hablar enredado conquistaría también, con su silencio, con su timidez, con su "carajo" a media lengua a toda una familia de latinos de clase media.

Hoy se ha ido mi hermana y se me ha hecho un nudo en el corazón; yo me he quedado con Marcel, y es el favor más especial que le hecho a un hermano. Porque somos tres hermanos, aunque de pasada ella depiste a los incautos.

A Tanya

Swing de izquierda

No, no es mío. Pero al leerlo supe que era lo mejor que habia podido leer en el blog de Yoani Sanchez. Por eso lo pongo acá, por que resume en una bellísima historia, además real, además cruda, una realidad que nunca se ve. La entrada esta por ahí perdida, y como buscar es un acto paciente y noble no los llevaré directamente, pero les dejaré éste perfecto swing de Izquierda.

“Cada día compro en mercado negro para alimentar a mi familia y eso no debe hacerlo un miembro del Partido Comunista. Como debo escoger entre poner algo en el plato de los míos o acatar la disciplina de esta organización, prefiero renunciar”. Todos en la mesa se miraron con incredulidad, “Pero Ricardo, de qué estás hablando. Aquí la mayoría compra en mercado negro”. El “golpe” que venía ensayando, dio por terminado el breve round: “Ah… entonces me voy porque no quiero pertenecer a un partido de simuladores, que dicen una cosa y hacen otra”.

El librito rojo, con su nombre y su apellido, se quedó sobre la mesa en la que nunca más volvió a sentarse. La medalla de campeón se la puso su propia mujer cuando llegó a casa. “Al fin te libraste del Partido” le dijo ella, mientras le estampaba un beso y le alcanzaba la toalla. Yoani Sanchez

Al Mundo