I
Cuando te ví por primera vez no te recordé ni te había soñado. Parecías un fragmento olvidado de algún beso, un petalo disecado en medio de un verso. No tenías pasado que recordar ni futuro que añorar.
II
Que no se cuenten con años los besos
todos esos
que aún no te he dado
Ni me obligen a rezar mis pecados
todos esos
que ya he pensado
III
Alguna vez volví a verte.
La noche se consumía
y tu falda hacía jirones mi cordura.
Un sueño milenario te anunció;
siempre sucede
que los sueños, sueños son
y la realidad,
eso es otra cosa
que no respeta oraculos
ni imagenes, ni escrituras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario