Los vinos fueron una excusa
debajo de la mesa las piernas
los besos andaban por la sala
y en tu cuarto había una cama
Las cervezas casi se agotaban
hubo un momento, así de pequeño
en que mi guitarra se moría
al vernos desnudos de la envidia
Esa noche, la mañana no llegó
nunca jamás, tal vez, ¿por qué no?
qué tal si dejamos las palabras
y nos dedicamos a los dos
La huida sería un taxi cab
una llamada al móvil, la muerte
entre las piernas de esa velada
mejor que perderme en tu espalda
brindaremos otra vez sin sentido
una vez por la vida y por el vino
porque andrelo le cante a tu cuerpo
porque otra noche no basten mis besos
Salud!
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