La Verdana

He encontrado vagando por la selva
una planta milagrosa ¡dios mío que sea!
la he empacado al vacío y vendido
muy barata esta vez, pa’ que usted vea
contraté por valla una vedette
mujer guapa pero sin magia
para venderla de 8 a 12 en rebaja
por la tele de mi patria
¡a la planta señor!, no se confunda.
después de todo, que no era tanto
que era mentira, que no servía
ni para arrugas ni dolores
y del aire salía

Mire usted
lo que una falda puede hacer
no tanto como una buen par
de piernas de vedette
pero si unas línea tontas
que lee usted

De viaje en viaje al fin me alejé
en Ulan-Bator del avión me apeé
en un sitio ¡más lejano que la porra!
la conchinchina si es que se antoja
el carajo no es tan lejos,
del infierno yo
viajero frecuente soy.
volví después de tanto viaje
y un gimnasio extraño monté
una cosa de moda y nombre
pilates, aromas y spa
para las señoras, que no viven,
de señores que no aman.
Una milenaria práctica oriental
de reconocimiento espiritual
para arreglar tu vida y tu cama
y hasta los cachivaches de tu hogar

Mire usted
lo que una barba cana puede hacer
de tu casa todo el quehacer
con olores de wikipedia
y maldiciones de cadena
me creerá?

Aún mejor, me puse a degustar
placeres, excesos y mucho más
pensando en mis amores, la soledad
de un radio sin catre ni tevé
pasando canales sin nada que ver.
De nuevo la vedette, más maja figuresé
dizque delgada, dizque saneada
por gracia de un brebaje tropical
extracto de una fruta celestial
amarga como un adiós, que va!
bendita como el niño dios.
Todos los males me curó
todos menos el mal de amor
y la pereza de bañarme
cada sábado por la tarde

Mire usted
tele brassiere no puede ser
españoles al ataque
braguitas de zara ya fueran
¡póngase serio usted!
acaso no ve?

Del timbo al tambo he recorrido,
a la topa tolondra alega mamá,
monasterios bares plazas.
Me amañé por fin en una casa
toda de blanco pintada,
María Juana la de turno en bata.
alejao de la tele y de la radio
¡No!, de la tele no tanto,
pero si de los libros, por eso ya ves
esto que escribo, peor si lo leés.
Y al final las culpas, los juicios
y el tiempo perdido y los vicios.
y yo que el cuento no me he tragado
le he escrito esto, pa' mandarla al carajo

Mire usted
lo que una fuente insulsa pudó hacer:
Claro, después de usted,
burlarse de mi.
¿y qué vamos a hacer?
vámonos a dormir.

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