Sin animo de tomar partido, pues este blog es apolítico. Sin animos de ningún tipo, pues mi paisito esta herido. Sin ganas de crear una polémica ni de mirar al oriente ni al sur ni al norte. Hoy me pongo en mi papel de ciudadano.
Chavez y Uribe son tan parecidos en sus acciones como distintos en sus intenciones, pero sus semejanzas provocan choques absurdos, contestaciones eufóricas, como deben ser, y desjuiciadas, apresuradas, como no debieran ser. Esto, de todos modos les da a ambos un aire de pueblo, un cierto olor a tierra humeda. Eso los acerca a sus pueblos, a porciones de ellos y los aleja de los demás.
El proceso de paz en colombia es otro negocio, asi como Colombia es bien calificada por Daniel como un club. No hace falta estudiar para dirigir, sino tener apellido. Y la verdad con testigos se sienta, los que se sientan, en los escaños del poder, que el pueblo en la ignominía absurda les otorga.
La verdad a la que se refiería Uribe ultimamente, no tiene nada que ver con la retórica tropicalista que expuso, ni a la golpeada verborrea de su contraparte. No me voy a fijar en los tonos. Es más valioso lo que intentaron decir y lo que yo puedo pensar. Uribe defiende la soberanía; batalla justificada. Ojalá la defendiera de todos; y no venga luego Sarkozy a decir que libere a un centenar de Guerrilleros y le haga caso, o venga Bush o cualquier otro. Chavez ataca las políticas pacifistas colombianas, con un talante tan fuerte que no deja uno de pensar que algo más debe haber y sin embargo tiene un país polarizado terriblemente, una división tan marcada que bien le vendría mirar para adentro un poco más; Uribe le ha dado el argumento que tanto exigía en su discurso "La verdad con testigos".
Yo digo: La verdad con testigos, es que Uribe lleva 6 años y numerosos intentos de acuerdo humanitario de caminos para la paz que ha cerrado unilateralmente en medio de tropicalistas declaraciones. La verdad no la sabremos jamás, no sabremos si Chavez habria logrado la liberación de algún secuestrado o no, todos los gobiernos son iguales.
Esa es la verdad que vive nuestro pais, mientras nos pudrimos viendo realities y bellas divas en televisión.
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